Editorial del número 6 - 2
Ser testigo de los primeros pasos de un niño es una maravillosa experiencia. La ilusión, incluso el suspense, que acompaña a esa sucesión torpe de movimientos está, tal vez, inserta en el plan genético de nuestra especie. Salvando las distancias (que son evidentes), somos testigos de los primeros pasos de la revista MetodologÃa de Encuestas, quizá torpes en algunos sentidos, pero indudablemente valiosos, por cuanto tienen de compartidos, de nutridos por la tenacidad de un equipo de personas; y por cuanto tienen de útiles y satisfactorios para un colectivo de lectores y lectoras de la revista que no cesa de ir en aumento.
Estamos en el número 11 de la revista, el último de 2004 y el que señala el umbral para una nueva gestión, más adecuada a la trayectoria que se espera de esta publicación periódica, cada vez más leÃda y esperada en cada vez más lugares geográficos e institucionales. El artÃculo de Guilera y otros, muy oportunamente situado en estos momentos, con el clarificador tÃtulo “un lustro de metodologÃa de encuestasâ€, abarca precisamente el objetivo de dar respuesta a una inquietud esperable: echar un vistazo hacia lo que esta publicación ha sido y mirar hacia el futuro para definir lo que esta publicación deberÃa ser.
Junto con el artÃculo de Guilera, Ledesma introduce en estas páginas un asunto que tardaba en aparecer pero que finalmente ve la luz: los sistemas informatizados gratuitos para el análisis de los datos. Creo que será un aliciente para muchos lectores y lectoras de MetodologÃa de Encuestas introducirse en una dimensión generalmente desconocida: la de los programas robustos, altamente útiles y de libre distribución que sacian la mayorÃa (cuando no todas) de las necesidades de análisis y gestión de cuestionarios en la realización de encuestas.
Completan el Ãndice tres trabajos con los que pretendemos cubrir áreas diferentes de aplicación de la metodologÃa de encuestas. Salinas y otros abordan la comparación de los procedimientos de entrevista telefónica o cara a cara, un tema reincidente en este campo de estudio, pero no por ello falto de novedad. Se requiere remover continuamente estos aspectos, replicar los estudios en diferentes zonas y bajo diferentes condiciones y repetirlo a lo largo del tiempo, asumiendo los cambios sociales y tecnológicos que tan afines son a estos procedimientos. De hecho, los resultados encontrados por Salinas coinciden en parte con otros anteriores, pero muestran también algunas conclusiones que esperamos resulten útiles y, cuando menos, interesantes.
González y otros aplican la metodologÃa de encuestas a la evaluación de la actividad cientÃfica, de rabiosa actualidad debido a las continuas y recientes modificaciones de los procesos de evaluación. Realizan para ello, algunas sugerencias de cosecha propia que pueden inspirar procesos de evaluación similares, en instituciones de investigación.
Por último, el trabajo de Abascal y otros vuelve a sorprendernos con el increÃble potencial del análisis factorial múltiple, esta vez aplicado a un tema que motiva de por sà al público habitual de esta revista: el comportamiento electoral, en este caso aplicado a la trayectoria 1977-2004.
Con este número, dejo la dirección de MetodologÃa de Encuestas. Cinco años son suficientes como para pensar que estos primeros pasos constituyen la infancia de una revista que no tardará en ser mención obligada en multitud de disciplinas, del mismo modo que hoy podemos mostrar una fidelidad del cien por ciento de nuestros lectores y lectoras. Sin lugar a dudas, el relevo que va a protagonizar José Luis Padilla, imprimirá a MetodologÃa de Encuestas un contenido y una imagen mejor adaptados a los retos que comienzan a exigÃrsele.
Ha sido un placer encontrarme tras estas lÃneas en estos primeros once movimientos. Y será un placer similar encontrarme delante de ellas, para disfrutar como aprendiz de una criatura que promete dar muchos y buenos pasos.
Vicente Manzano
Noviembre 2004